11 Marzo 2006

The Millennium Bell Interview

(Enviado por Mike-Bell)

Hay un antes y un después de "Tubular bells" en la vida de Mike Oldfield. Su último disco, "The millenium bell", lo demuestra.

Una tarde fría de miércoles de noviembre en Barcelona. Escenario: una suite doble en el Hotel Arts. Objetivo: entrevistar a Mike Oldfield, tarea harto difícil según la prensa. No habla. Oldfield se subió a una nube de éxito en 1973 y todavía no ha bajado. Razón:¡presentar el disco "The millenium bell", otra vuelta de tuerca a Tubular bells. Pasan 15 minutos de la hora prevista. La experiencia dice que todavía es pronto: la media de retrasos entre los rockeros es de media hora. "Mejor que le tengamos que esperar nosotros que él", dicen los promotores. La promoción no va con él.

Al cabo de media hora Oldfield (Reading, Gran Bretaña, 1953) hace acto de presencia. Ni se fija en quién hay en la habitación. Y en consecuencia no saluda. ¿Estará dormido por la comida? Las hamburguesas, las patatas fritas y los refrescos de cola, el menú que ha tomado, pueden resultar pesados a los 46 años.

Oldfield se acomoda en un amplio sofá blanco. Su mánager y su novia le flanquean. Cuentan que llevan así toda la mañana, riéndose y hablando sobre sus cosas, mientras el periodista espera a que Mister Tubular bells conteste.

"A veces me hubiera gustado haber nacido más tarde. Tengo sueños que pasan en el futuro en los que vuelo entre bolas de fuego. No hago nada, sólo volar, relajarme", suelta sin más. Será fruto de la meditación. Oldfield la practica a menudo. O una frase para sorprender a su interlocutor: "Hace algo más de un año dijo lo mismo a una compañera".

Entrarnos en materia: The millenium bell es, según el artista, "un viaje al pasado, a distintos momentos de la historia de la humanidad de los últimos 2000 años que son importantes para mí", afirma.

¿Con qué objetivo? "No pretendo analizar qué pasó. No soy historiador ni filósofo. Sólo quiero descubrir qué música se hacia en los distintos periodos". Y luego, que no se le olvide, aplicar sobre ellos su panicular visión: los incas, las guerras mundiales, la Venecia renacentista y el cambio de milenio son las víctimas.

El próximo día 31 el artista ofrecerá la única actuación de The millenium bell en Berlín, frente a la puerta de Brandemburgo, al aire libre, un coro y una orquesta rusa y sus músicos habituales."Será algo grande", afirma. Y aunque la temperatura estará bajo cero, habla de congregar a 500.000 personas. Dos propuestas, disco y concierto, poco comerciales."Soy alguien que experimenta -dice-. Mi música es sinónimo de vida, unión entre mente y sentimientos. Nací con un don y lo desarrollo, y si no gusta me da igual".

La declaración tiene su razón de ser: ha vendido millones de discos de Tubular bells, 40 millones según la discográfica y 20 según él. "Tienden a exagerar", asegura. Millón arriba, millón abajo, lo cierto es que aquel disco, una obra cumbre del rock sinfónico, le ha permitido al artista hacer de todo, desde mezclar villancicos con techno a viajar por el mundo. Y fue tanto lo que consiguió con él, que ha repetido la fórmula varias veces más: Oldfield ha grabado dos discos con el nombre de Tubular bells, este se llama The millenium bell e incluso compuso una pieza para la versión cinematográfica de Expediente X titulada Tubular X. Obsesión, recuerdos religiosos de su infancia. ¿A qué se debe su desmesurado interés por las campanas (bell en inglés)?"El repique de campanas, como mi música, es espiritual. En las iglesias se tocaron para llamar a la gente. Yo hago lo mismo". ¿Insistirá de nuevo? "No. Son las últimas campanadas. Seguro".

Fuente: Diario "El Mundo"

Eddy dijo:

El periodista, definitivamente, es gilipollas.

David-in dijo:

pero gilipollas de pies a cabeza....la manipulacion amigos...la manipulacion

THE SPHERE dijo:

de todo hay en la viña del Señor

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Traducción al Español por Mike-Bell. Artwork by Krenes

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